miércoles, 29 de octubre de 2008

Formas Primitivas de la Vida en la Tierra






Los Coacervadores
Coacervado es el nombre con el que Alexander Oparin denominó a los protobiontes.
Oparin demostró que se forman
membranas lipídicas en ausencia de vida y obtuvo en el curso de los experimentos unas gotas ricas en moléculas biológicas y separadas del medio acuoso por una membrana rudimentaria. A estas gotas las llamó coacervados.
Los coacervados pueden también definirse como un conjunto de moléculas
coloidales en las que las moléculas de agua están rígidamente orientadas respecto a ellas y rodeadas por una película de agua, que delimitan nítidamente los coacervados del líquido en el cual flotan. El coacervado es un glóbulo formado de una membrana que tiene en su interior sustancias químicas; a medida que aumenta su complejidad, el coacervado se separa del agua formando una unidad independiente, que sin embargo interactúa con su entorno.
El coacervado llega incluso a tener tendencia selectiva en los elementos que va a incorporar, así formando estructuras, más complejas pero muy ordenadas.Se podría decir que en un ambiente inhóspito como la atmósfera antigua, llena de
metano, amoníaco, agua y dióxido de carbono, los coacervados se formaron a través de las condiciones de la atmósfera primitiva, los rayos ultravioleta atravesaban la tierra debido a la falta de una capa de ozono, y las grandes descargas eléctricas pudieron ser factores que permitieron la formación de coacervados. También se piensa que estos seres pudieron estar en los grandes lechos marinos donde había una gran cantidad de materia orgánica, allí ellos la absorbieron y crearon moléculas mucho más avanzadas, antecesoras de las actuales células. Podría ser que este proceso se repitió hasta llegar a modelos parecidos a organismos unicelulares actuales.
Los virus
Un virus (de la palabra latina virus, toxina o veneno) es una entidad biológica que para replicarse necesita de una célula huésped. Cada partícula de virus o virión es un agente potencialmente patógeno compuesto por una cápside (o cápsida) de proteínas que envuelve al ácido nucleico, que puede ser ADN o ARN. La forma de la cápside puede ser sencilla, típicamente de tipo helicoidal o icosaédrica (poliédrica o casi esférica), o compuesta, típicamente comprendiendo una cabeza y una cola. Esta estructura puede, a su vez, estar rodeada por la envoltura vírica, una capa lipídica con diferentes proteínas, dependiendo del virus. El ciclo vital de un virus siempre necesita de la maquinaria metabólica de la célula invadida para poder replicar su material genético, produciendo luego muchas copias del virus original. En dicho proceso reside la capacidad destructora de los virus, ya que pueden perjudicar a la célula hasta destruirla. Pueden infectar células eucariotas (plantas, animales, hongos o protistas) o procariotas (en cuyo caso se les llama bacteriófagos, o simplemente fagos). Algunos virus necesitan de enzimas poco usuales por lo que las cargan dentro de su envoltorio como parte de su equipaje.Los biólogos debaten si los virus son o no organismos vivos. Algunos consideran que no están vivos, puesto que no cumplen los criterios de definicion de vida. Por ejemplo, a diferencia de la mayoría de los organismos, los virus no tienen células. Sin embargo, tienen genes y evolucionan por selección natural. Otros biólogos los han descrito como organismos en el borde de la vida.
Los Procariontes
Los procariontes, se agrupa en un único reino: Bacteria, el cual tiene un subreino basal o ancestral: Negibacteria, de las bacterias gram-negativas, las cuales divirgieron por pérdida de la membrana externa en Posibacteria (gram-positivas) y estas a su vez en el clado (cada una de las ramas del árbol filogenético) Neomura, que finalmente dará origen a dos clados hermanos: Archaebacteria y Eukaryota, los cuales son mucho menos antiguos que las primeras bacterias.
Los Eucariontes
Se denomina eucariotas a todas las células que tienen su material hereditario fundamental (su información genética) encerrado dentro de una doble membrana, la envoltura nuclear, que delimita un núcleo celular. Igualmente estas células vienen a ser microscópicas pero de tamaño grande y variado comparado con las otras células.
La alternativa a la organización eucariótica de la célula la ofrece la llamada célula
procariota. En estas células el material hereditario se encuentra dentro de diferentes compartimientos llamados organelos, en el seno del citoplasma. Las células eucariotas no cuentan con un compartimiento alrededor de la membrana plasmática (periplasma), como el que tienen las células procariotas.
A los organismos formados por células eucariotas se les denomina
eucariontes.

Origen de la viida, del Universo, etc


Origen de la vida
La cuestión del origen de la vida en la Tierra, ha generado en las ciencias de la naturaleza un campo de estudio especializado cuyo objetivo es dilucidar cómo y cuando surgió. La opinión más extendida en el ámbito científico establece la teoría de que la vida evolucionó de la materia inerte en algún momento entre hace 4.400 millones de años, cuando se dieron las condiciones para que el vapor de agua pudiera condensarse por primera vez[2] y 2.700 millones de años, cuando la proporción entre los isótopos estables de carbono, de hierro y de azufre, inducen a pensar en un origen biogénico de los minerales y sedimentos que se produjeron en esa época[] []y los biomarcadores moleculares indican que ya existía la fotosíntesis.[5] [6] Además entrarían aquí ideas e hipótesis sobre un posible origen extraplanetario o extraterrestre de la vida (panspermia) que habría sucedido durante los últimos 13.700 millones de años de evolución del Universo conocido tras el Big Bang.


Origen del universo
En la
cosmología moderna, el origen del universo es el instante en que apareció toda la materia y la energía que tenemos actualmente en el universo. Esta postulación es abiertamente aceptada por la ciencia en nuestros días e indica que nuestro universo podría originarse entre los 13500 y 15000 millones de años, en un instante definido, de nuestro tiempo. En la década de 1960, el astrónomo estadounidense Edwin Hubble confirmó que el universo se estaba expandiendo, fenómeno que la teoría de la relatividad general, propuesta por Albert Einstein
, predecía.


Origen del sol
La mayor parte de la materia se acumuló en el centro. La presión era tan elevada que los átomos comenzaron a partirse, liberando energía y formando una estrella. Al mismo tiempo se iban definiendo algunos remolinos que, al crecer, aumentaban su gravedad y recogían más materiales en cada vuelta.


Origen de la tierra
La tierra que hoy conocemos tiene un aspecto muy distinto del que tenía poco después de su nacimiento, hece unos 4.500 millones de años. Entonces era un amasijo de rocas conglomeradas cuyo interior se calentó y fundió todo el planeta. Con el tiempo la corteza se secó y se volvió sólida. En las partes más bajas se acumuló el agua mientras que, por encima de la corteza terrestre, se formaba una capa de gases, la atmósfera.Agua, tierra y aire empezaron a interactuar de forma bastante violenta ya que, mientras tanto, la lava manaba en abundancia por múltiples grietas de la corteza, que se enriquecía y transformaba gracias a toda esta actividad.
Evolución
La evolución biológica es el proceso continuo de transformación de las especies a través de cambios producidos en sucesivas generaciones, y que se ve reflejado en el cambio de las frecuencias alélicas de una población. Generalmente se denomina evolución a cualquier proceso de cambio en el tiempo. En el contexto de las Ciencias de la vida, la evolución es un cambio en el perfil genético de una población de individuos, que puede llevar a la aparición de nuevas especies, a la adaptación a distintos ambientes o a la aparición de novedades evolutivas. A menudo existe cierta confusión entre hecho evolutivo y teoría de la evolución. Se denomina hecho evolutivo al hecho científico de que los seres vivos están emparentados entre sí y han ido transformándose a lo largo del tiempo. La teoría de la evolución es el modelo científico que describe la transformación evolutiva y explica sus causas.

La Diversidad de la Vida
A partir de las teorías de la evolución de los seres vivos, enunciadas a mediados del Siglo XIX por Charles Darwin (1809-1882) cambiaron los sistemas de clasificación empleados por los biólogos, quienes desde esas pruebas irrefutables, comenzaron a elaborar clasificaciones que agruparan a los seres vivos según su parentesco y/o afinidad.
Aparece entonces la tarea de realizar clasificaciones que reflejan la historia evolutiva de los organismos, conocida con el nombre de filogenia. Esta labor todavía no ha concluido y aún no se han podido alcanzar clasificaciones aceptadas universalmente.


Origen de la tierra

Origen de la tierra
La historia de la Tierra abarca aproximadamente 4.600 ,[1] desde la formación de la Tierra a partir de la nebulosa solar al presente. Este artículo presenta una amplia introducción al tema, resumiendo las principales teorías científicas sobre el mismo. El Big Bang y origen del universo, se estima que tuvo lugar hace 13.700 Ma. [2]
La Tierra se formó como parte del nacimiento del Sistema Solar: lo que terminaría siendo el sistema solar inicialmente existió como una extensa y giratoria mezcla de nubes de gas, rocas y polvo. Estaba compuesta por hidrógeno y helio producidos en el Big Bang, así como por elementos más pesados producidos por supernovas. Después, hace unos 4.600 Ma, una estrella cercana se destruyó en una supernova y la explosión envió una onda de choque hasta la nebulosa solar que aumentó su momento angular. A medida que la nebulosa empezó a acelerarse su rotación, gravedad e inercia; se aplanó en un disco protoplanetario orientado perpendicularmente al eje de rotación. La mayor parte de la masa se concentró en su centro y empezó a calentarse, pero unas pequeñas perturbaciones debidas a colisiones y al momento angular de los numerosos escombros creados empezó a formarse los protoplanetas. Aumentó su velocidad de giro y gravedad que creó una enorme energía cinética en el centro. La imposibilidad de transmitir esta energía a cualquier otro proceso hizo que el centro del disco aumentara su temperatura. Por último, comenzó la fusión nuclear del hidrógeno a helio, y al final, después de la contracción, una estrella T Tauri, se encendió y creó al Sol. Mientras, la gravedad producida por la condensación de la materia de que previamente había sido capturada por la gravedad propio sol; las partículas de polvo y el resto del disco protoplanetario empezaron a separarse en anillos. Sucesivamente los fragmentos más grandes colisionaron unos con otros, formando otros de mayor tamaño que al final formarían los protoplanetas.[3] Dentro de este grupo había uno aproximadamente a 150 millones de Km. del centro: la Tierra. El viento solar de la recién formada estrella limpió la mayoría del las partículas que tenía el disco, condensándolas en cuerpos mayores.


Teoría de Laplace
En 1776, el astrónomo y matemático francés Pierre Simón Laplace, propuso su teoría sobre el origen del Sol y los planetas, también basada sobre una gran nebulosa. Por esta razón, ha sido identificada como teoría de Kant y Laplace. esta teoría explica que el sistema solar se origino por condensación de una nebulosa de rotación que se contrajo por la acción de la fuerza de su propia gravedad, adoptando la forma de un disco con una concentración superior en el núcleo. La nebulosa se torno inestable al adquirir mayor velocidad de rotación y en las capas externas se originaron anillos concéntricos que al separarse formaron los planetas y los satélites, en tanto que el centro de las nubes se formó el Sol. Dado que la nebulosa giraba en una misma dirección al rededor de su eje, todos los planetas quedaron girando alrededor del Sol en ese mismo sentido.
Actualmente, una manera de ver la teoría de Kant y Laplace del
sistema sola se formaron hace 4 660 millones de años de una nube de gas, polvo y oras partículas llamadas nube primordial compuesta de hidrógeno, helio, carbono, nitrógeno y oxigeno.
Se especula que el cataclismo de una vecina explosión en supernova de una estrella apartó una nube de
gas y polvo para formar el Sol y los planetas. Los inicios de ellos se encuentran el diferencia se isótopos (átomos del mismo elemento con diferentes pesos atómicos) de los meteoritos con respecto a los que se encuentran en la Tierra. Esa nube gaseosa se aplanó y condenso como consecuencia de su rotación, formando en su parte central un protosol, es decir, un sol en formación. Esa parte central que formaba al protosol se condensó y calentó hasta propiciar una combustión nuclear. De esa manera se formo el sol en cuyo núcleo hay una transformación permanente de materia de energía. Conforme el sol pudio situarse en la parte central de la masa gaseosa, otras porciones ubicadas a diferentes distancias fueron agregándose para formar los planetas.

Teoría de Kant
La teoría del conocimiento de
Kant, presentada en su Crítica de la razón pura, es uno de los grandes hitos en la historia de la Filosofía. Con ella pretende responder las objeciones de Humee respecto del fundamento del conocimiento científico, basado, según el filósofo inglés, sólo en la costumbre.
Kant no duda que el conocimiento científico, universal y necesario, es posible; la física de
Newton lo prueba. Y sabe que un conocimiento de este tipo no puede tener su fundamento en la mera costumbre. Por ello no se pregunta por la posibilidad sino por las "condiciones de posibilidad". Su teoría le permite encontrar el suelo firme para la Ciencia no en el noúmeno —en la realidad, en la cosa en sí— sino en el propio sujeto, portador de formas universales que obtienen de la experiencia la materia indispensable para construir su objeto de conocimiento, el fenómeno.

Teorías y Leyes de Kepler
Estas leyes han tenido un significado especial en el estudio de los astros, ya que permitieron describir su movimiento; fueron deducidas empíricamente por Johannes Kepler (1571-1630) a partir del estudio del movimiento de los planetas, para lo cual se sirvió de las precisas observaciones realizadas por Tycho Brahe (1546-1601). Sólo tiempo después, ya con el aporte de Isaac Newton (1642-1727), fue posible advertir que estas leyes son una consecuencia de la llamada Ley de Gravitación Universal. La primera de estas leyes puede enunciarse de la siguiente manera: Los planetas en su desplazamiento alrededor del Sol describen elipses, con el Sol ubicado en uno de sus focos .Debe tenerse en cuenta que las elipses planetarias son muy poco excéntricas (es decir, la figura se aparta poco de la circunferencia) y la diferencia entre las posiciones extremas de un planeta son mínimas (a la máxima distancia de un planeta al Sol se denomina afelio y la mínima perihelio). La Tierra, por ejemplo, en su mínima distancia al Sol se halla a 147 millones de Km., mientras que en su máxima lejanía no supera los 152 millones de km.
La segunda ley, puede expresarse como:
Las áreas barridas por el segmento que une al Sol con el planeta (radio vector) son proporcionales a los tiempos empleados para describirlas.
Esta ley implica que el radio vector barre áreas iguales en tiempos iguales; esto indica que la velocidad orbital es variable a lo largo de la trayectoria del astro siendo máxima en el perihelio y mínima en el afelio (la velocidad del astro sería constante si la órbita fuera un círculo perfecto). Por ejemplo, la Tierra viaja a 30,75 km/seg en el perihelio y "rebaja" a 28,76 en el afelio.
La tercera ley, finalmente, dice que:
El cuadrado del período de revolución de cada planeta es proporcional al cubo de la distancia media del planeta al Sol.
La tercera ley permite deducir que los planetas más lejanos al Sol orbitan a menor velocidad que los cercanos; dice que el período de revolución depende de la distancia al Sol.
Pero esto sólo es válido si la masa de cada uno de los planetas es despreciable en comparación al Sol. Si se quisiera calcular el período de revolución de astros de otro sistema planetario, se debería aplicar otra expresión comúnmente denominada tercera ley de Kepler generalizada.
Esta ley generalizada tiene en cuenta la masa del planeta y extiende la tercera ley clásica a los sistemas planetarios con una estrella central de masa diferente a la del Sol.